Ashley Brawley y su familia estaban pasando una tranquila noche en casa antes de que una horrible tragedia ocurriera. La mujer de 29 años de Texas compró una vela aromática que encendió en su sala mientras se daba un baño. Pero tras unos minutos sintió un olor extraño proveniente de la sala. Salió y vio una enorme llama a punto de quemar un mueble.
Ashley hizo lo que cualquier persona haría en un caso como este: intentar apagar la vela. Sin embargo estas no pueden ser apagadas con agua entonces la sopló. Y ahí ocurrió lo peor.
Posted by Love What Matters on Montag, 31. Juli 2017
En vez de apagarse, la vela explotó en su cara. Gritó y corrió en búsqueda de su esposo Cody. Inmediatamente intentó calmar su quemadura con agua y aloe vera pero no bastaba. Su piel le ardía y sus labios se habían puesto blancos.
Cody alcanzó a extinguir el fuego antes de que la casa comenzara a incendiarse y de inmediato llevó a Ashley a urgencias. Le inyectaron morfina y le diagnosticaron quemaduras de primer y segundo grado en su cara.
Menos mal su piel se recuperó rápidamente después de una semana, pero el daño es considerable.
La compañía encargada de las velas se contactó con ellas y ofrecieron pagarle todos los gastos médicos y una gift card por $25 dólares.
Sin embargo Ashley nunca olvidará el shock y dolor. A pesar de que su piel se ha recuperado, no sabe si su rostro volverá a verse como antes.
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