Todo lo que Sarah y Andy Justice de Tulsa, Oklahoma querían para su familia perfecta era un hijo. Pero seguro que no esperaban lo que le sucedió.
Sarah y Andy se conocieron en la Universidad, y desde entonces son la inseparable pareja de hoy. Tras graduarse, se casaron y decidieron formar una familia. Sin embargo, no lograban cumplir su deseo.
Nadie podía determinar exactamente la causa: lo único que la pareja sabía era que no tenían los 60.000§ que costaba una inseminación artificial. Así que decidieron adoptar. Todo parecía ir bien: encontraron a una mujer en avanzado estado de embarazo que quería dar a su hijo en adopción. Pero poco antes del embarazo llegó la gran sorpresa:
Pocas semanas antes del nacimiento llega una sorprendente ecografía: la mujer está esperando no solo un bebé, ¡sino ni más ni menos que TRES! Cómo se ha producido este error es un misterio para todos. Lo más probable es que la madre no fuera del todo sincera y no quisiera poner en peligro la adopción. Pero Sarah y Andy no lo dudaron ni un segundo y mantuvieron su palabra: esos niños eran lo que más querían en este mundo. Y así es como se convirtieron en los orgullosos padres de Joel, Hannah y Elizabeth.
Con solo 8 meses los trillizos aún necesitaban cuidados médicos. Pero todo lo demás fue según lo planeado. ¡Pero nuestra pareja recibió entonces una nueva sorpresa!
¡Sarah estaba embarazada! Lo que normalmente es una noticia maravillosa para toda mujer fue casi una tragedia para la familia. Nadie podía explicárselo, ¡pero lo cierto es que la familia iba a crecer aún más!
Debido a su historial médico, el embarazo de Sarah se consideraba de riesgo. Y la siguiente sorpresa se produce durante el primer chequeo médico: Sarah no va a tener un bebé, ¡sino mellizos! Aún puede recordar los miles de sentimientos encontrados que entonces tuvo. Con voz temblorosa llama a Andy, quien le pregunta: ¿es niño o niña? Tras titubear unos segundos, le dice: “Bueno, UNO es un niño…”. Tras ello viene el silencio. Y entonces Andy se da cuenta de lo que quiere decir y murmura: “No te preocupes, cariño. ¡Nos las arreglaremos! ¡Qué momento tan emocionante!
Fuente:nolocreo.com
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